Dicen que hay dos días claves en nuestra vida. El día que nacemos y el día que descubrimos para qué.
En Japón tienen una filosofía preciosa acerca de el propósito: EL IKIGAI.
El Ikigai es aquello que sabemos hacer, que disfrutamos haciendo, que aporta algo al mundo y por lo que nos pueden pagar. Se trata de unir nuestra pasión con nuestra vocación, hacer de ello nuestra misión y convertirlo en nuestra profesión. Parece un trabalenguas pero tiene todo el sentido...
Si estás atrapada en un trabajo que no te hace feliz; si de pequeña tenías un talento que has abandonado; si los demás te dicen que eres muy buena en algo pero no te lo crees o si intuyes que hay un potencial en tu interior que te gustaría descubrir... quizás ha llegado el momento de trabajar en tu propósito. Puedes empezar contestando a estas preguntas:
¿Que hago de forma innata, natural?
¿Con qué actividad se me pasan las horas volando?
¿A qué personas admiro y por qué?
¿Qué es eso que todo el mundo me dice que se me da bien?
¿Qué talento tenía cuándo era niña que poco a poco abandoné?
¿Qué es lo que creo que el mundo necesita y que hay en mi que pueda aportarlo?
Lo encuentres o no, el camino hacia descubrir tu propósito te dará información muy valiosa sobre ti misma que sin duda hará tu vida más feliz.